¡Cada día te quiero más! Argentina a la final

Voy a tomarme las licencias del hincha. Un hincha que lo vivió al borde de la cancha, que sufrió con cada gol naranja y perdió la voz en cada conquista argentina.

Clima de final anticipada. El estadio casi lleno. Bombos, cornetas y hasta los pitos que la voz del estadio pide no usar. El canto que baja de las tribunas y la sensación de un "deja vu" de aquel septiembre del 2010.

Se juega la semifinal del Champions Trophy 2012 y otra vez Argentina y Holanda están en la cancha para animar la fiesta.

Carla Rebecchi cumple 200 partidos y recibe flores. Charo Luchetti acepta un reconocimiento. Suenan los himnos y el pitazo inicial rompe el protocolo de quien debería estar aquí en Rosario haciendo las veces de periodista.

Soy un manojo de nervios. Quiero meterme en la cancha a ayudar a las chicas (como si necesitarán de mi...) Quiero denunciar al árbitro coreano que parece que no conoce el reglamento o lo leyó mal traducido. ¡Qué de palos se comieron las argentinas! ¡Y qué sensación de animosidad en contra de mi equipo en cada fallo de Kang!

En el comienzo los equipos se midieron con cautela. Ninguno pareció dispuesto a exponerse al error. Las de Caldas tuvieron un poco más la pelota pero el mediocampo argentino supo robar sin falta y con astucia. Los desbordes profundos de una cancha que, abierta, pareció molestar a Paumen y sus secuaces, nos mostraron que la intención de todas era pisar el área y convertir.

Y en la primera clarita, Jose Sruoga conectó un desvío a lo Gulla, a lo Onetto, a lo grande... Iban 14' y la cámara que colgaba de mi cuello casi se estrella contra el alambrado al gritar "GOOOOOOOL" . Pero esto recién empezaba. "Es Holanda" me dije...

Y así fue que en 4' Paumen silenció al estadio. Estábamos 1-1. Había que volver a empezar. Yo, desde mi lugar alentando a morir ante la átonita mirada de mis compañeros fotógrafos que, de a poco, se iban sumando a mi estilo. Enfrente mis compas reporteros que siguiendo las cábalas, se alineaban como en el partido anterior para colaborar a su modo.

Una Succi impecable y nuestras delanteras poco certeras, nos hicieron vibrar para irnos al descanso y reponer energías en una noche caliente por el clima y por la fiesta.

Casi me muero cuando a los 2' de empezar la segunda etapa nos distrajimos y Dirkse nos clavó el segundo. Temí por lo que venía pero noté que a nuestras Leonas no se les había quitado el brillo de los ojos, las ganas de ganar intactas.

Lucha en toda la cancha, todas unidas en la recuperación de la pelota. Una Luchetti un poco más cansada que ante China pero con el espíritu a pleno, todas juntas en busca del logro.

Y yo seguía ahi, como todos en las tribunas, gritando, alentando, puteando, agarrándome la cabeza y buscando a quién decirle todo lo que sentía. ¡Menos mal que existe Twitter!

Quedaban 2' y me dije no podemos perder este partido. Y de repente veo que Succi se va. Que Maccari se clava una pechera roja y se va al fondo. Algo pasa al salir Goofy que hace saltar al antes Maco, hoy Max Caldas, de su asiento.

El Chapa se la juega y va por todo o nada. Como más le gusta; como nos tiene acostumbrados...

Sofi aprieta los dientes, se olvida de que esto es hockey y en modo fútbol, roba una bocha sobre el lateral izquierdo. Se la da a Lucha que por fin después de tanto pedido, encuentra a Merino donde la necesitaba. Delfi hace lo suyo y una naranja con cara de pocos amigos, le tira un tackle que Block, la inglesa de la dupla arbitral, convierte en penal. La misma Block que cobró un golazo de Barrionuevo de corto para más tarde revertir el fallo cuando el video ref determinó obstrucción (¡¿dóndeeeeeee?!)

Noel tendría la chance de llevarnos al alargue con 1' por jugar. No hubiera querido estar en su lugar. Pero ¡qué bien lo ejecutó! Fuerte, abajo, esquinado, a su derecha. INATAJABLE GOOOOOOOOOOOOL. Me abracé no sé con quien. Grité a morir. Canté. Aplaudí y después me acordé de que no había sacado la foto del festejo. No me importó. Lo viví...

Del alargue qué voy a decir. Más nervios, las Leonas jugando a morir. Holanda sin querer rendirse y Goofy que le sacó a Paumen el triunfo en el último corto antes de los shoot outs.

Si queríamos revancha de Amstelveem 2011 me parece bien. Pero ¡¿era necesario reeditar hasta los penales australianos?!

Lucha acalambrada igual se metió en la lista de tiradoras. Tiró Bos. ¡Atajó Belén!
Fue Pity ahacer lo mismo que en Holanda y Sombroek se avivó y se la sacó.
Pintó Agliotti pero Succi se hizo enorme y le dijo "NO". Vino Sánchez Moccia, tras un partido impecable, una maleducada que siendo tan chica le pinta la cara a cualquiera. Y esta vez maquilló a la 22 naranja para que todo el estadio enloqueciera.

Goderie no pudo tampoco con las rastas de Goofy. Y llegó Lucha. Con el fantasma del Champions anterior cuando la mejor del mundo no pudo convertir. Después me enteré que la arquera argentina le había dicho "No te le vayas encima, hacé que se mueva" y se ve que "La Maga" le hizo caso porque lo gritó hasta la afonía.

Una más. Un paso para ganar. Eva de Goede en la línea de 23. Todos nosotros con las voluntades en el arco argentino ayudando a que no entre. Y una noche que tembló. Succi sacó patente de héroe y Argentina se metió en la final del Champions 2012 a puro corazón, a puro bombo, a pura alegría.

Yo por mi parte sólo pude sonreir y preguntar: ¿alguién tiene un Rivotril?

Ahora hay que enfrentar a las inglesas y su buen juego colectivo. Pies en la tierra porque esto no terminó. Holanda lo mirará por tv pero ojalá que nosotras lo veamos desde lo más alto del podio.

¡Vamos Leonas! ¡Vamos Argentina Carajooooo!

Gabriela Faccennini /Foto: Matías Correa Arce