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domingo, 11 de marzo de 2012

Aymar: "Pienso todo en función de la medalla dorada"


Encaminada hacia el último gran reto de su carrera, Luciana Aymar cuenta también cómo convive con la cercanía del retiro tras Londres 2012; "Hace rato trabajo con la psicóloga el tema de la ansiedad"; su otro sueño es ser la abanderada de la delegación nacional.

Ya tiene sobrinos. Y algún día disfrutará de hijos y nietos. Mientras tanto, el cajón de su mesa de luz ya rebosa de medallas de cualquier color. Esos trofeos que le va dejando el hockey a Luciana Aymar le servirán de argumento para innumerables relatos familiares. Sin embargo, hay una pieza de la historia que aún le falta, un fragmento muy cerca de ser vivido. Lucha querrá contarle a su descendencia que el 10 de agosto de 2012 se colgó la medalla definitiva en el hockey, la dorada en los Juegos Olímpicos de Londres. Y que en la misma jornada festejó sus 35 años. Claro, ese día glorioso aún no ocurrió. La vida la encuentra hoy hurgando en su íntimo juramento de sangre y fuego para conseguir esa presea con las Leonas. No es exactamente una obsesión, es la búsqueda del premio final antes del retiro.

"Londres me traerá una serie de situaciones anímicas especiales; es la angustia de saber que será mi último torneo. Pero hoy pienso todo en función de esa medalla dorada que me falta: desde que me levanto a las 7 para ir a entrenarme, hasta los descansos y la manera en que me alimento. También, en la parte mental: con la psicóloga trabajo hace rato en el tema de la ansiedad y lo que significará el retiro", asegura la mejor jugadora en la historia del hockey, en la sede del Comité Olímpico Argentino.

- ¿El plantel también trabaja en el aspecto mental?
No, sólo algunas en forma individual. Considero que todo deportista de alto rendimiento debería tener la oportunidad de un psicólogo, porque así va descargando muchas presiones. Por todo lo que conlleva ser quien soy, yo sí necesito de ese apoyo.

- Hay otro condimento, la chance de que encabeces la delegación argentina en Londres.
Voy a pelear por el sueño de ser abanderada, porque siempre me gustó estar ahí adelante con los colores argentinos. Me encantaría; lo sueño muchos días, sería un orgullo muy grande y un momento muy gratificante como deportista y como mujer. Ojalá se me dé, me encantaría de corazón.

-¿Qué es para vos el espíritu olímpico?
-Los Juegos son un torneo muy distinto a cualquier otro. Y allí, en la villa olímpica, se revaloriza el deporte y afloran todas las virtudes del ser humano: el compañerismo, la perseverancia, el espíritu de equipo. Todo eso se ve en el certamen y también en la sociedad en sí, porque todos los argentinos se meten en la camiseta de los deportistas. Es realmente increíble.

-¿Qué diferencias hubo entre el seleccionado que perdió la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Guadalajara y el que ganó el Champions Trophy?
-En Rosario jugamos mucho más en equipo, el grupo estuvo bárbaro y tuvimos muchas charlas entre nosotras que nos hicieron bien. Hubo muchas autocríticas que estuvieron muy buenas. Y después, lo importante es que varias jugadoras muy jóvenes empezaron a tomar un papel más importante dentro del equipo, con más responsabilidades; eso hizo que fuéramos un seleccionado más compacto y más sólido.

¿Cómo evaluás la lesión en la rodilla izquierda de Noel Barrionuevo, que la dejará dos meses inactiva?
-La lesión de cualquier jugadora siempre es un golpe dentro del grupo, y más en el caso de Noe, que es muy importante para el equipo. Hablé con ella y le transmití lo que me pasó a mí antes de Pekín 2008: me lesioné la rodilla y me quedé cinco meses afuera, para reaparecer apenas tres meses antes de esos Juegos Olímpicos. La cuestión clave en esta recuperación es la parte mental; el estado anímico tiene que ver mucho con la recuperación de un deportista. Ella ahora debe estar pendiente sólo de su rodilla y sentirse tranquila. No tiene la obligación de entrenarse y le servirá reencontrarse con su familia y sus amigos; es la mejor manera de ir llevándolo.

¿Y qué te representa el regreso de Mercedes Margalot, que ya está con el plantel en Nueva Zelanda?
-Para Mechi es un desafío importante porque viene de una lesión grave y se está recuperando. Va a pelear por un puesto en la defensa, pero todo depende de ella. Le resultará difícil, aunque tiene una capacidad mental fuera de lo común. Es muy objetiva en sus pensamientos y, como se lo comenté a ella y también a Mariné Russo, está bueno sacarse la espina y decir: lo voy a intentar de nuevo en el seleccionado.

-¿Se les dará a las Leonas en Londres?
-Sé que es difícil porque hay muchos equipos muy buenos, el hockey se niveló mucho y hay varios candidatos. Pero está la posibilidad, la Argentina tiene la chance de pelear por una medalla de oro. Estoy convencida.

Fuente: Gastón Saiz para La Nación

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