¡Loca, loca, loca!, diría Shakira, una de sus cantantes predilectas. Pero, a veces, dejar que todo fluya, no es de loco, sino todo lo contrario: puede ser el plan perfecto para que los objetivos personales se cumplan y nos sorprendan con su llegada. Así es la historia de Florencia Calvete, defensora de Tucumán Rugby y de la Selección Tucumana de hockey femenino.
"Sólo trato de dejar que todo fluya y de disfrutar siempre", comenta la mendocina, hace siete años bautizada tucumana. Ahora, a los 20, es pieza clave de todo equipo que integra, que por cierto, no son pocos. Además de formar parte de los planteles verdinegro y naranja, Florencia también se entrena con un grupo llamado proyección. "Está compuesto por las jugadoras que fuimos al Mundial sub 21 con la Selección Argentina. Ahora nos juntaron para entrenar pensando los Juegos Olímpicos del 2012", explica la proyección de leona.
Con la bandera de la elocuencia siempre en lo más alto, la ex "leoncita" tampoco planea su futuro. "Simplemente trato de vivir el día a día y de aprovechar lo que me toca, ya sea con el hockey o en la vida misma", dice y, a la vez, siembra una duda: ¿qué significa la vida misma para un deportista en competición?. ¿Será muy diferente a la de un ciudadano típico? En este sentido, formar parte de un club es fundamental, e influye en todos los aspectos del atleta. "Con las chicas del grupo siempre me sentí bien porque además de compañeras somos amigas. Salimos los fines de semana a bailar o tomar algo", cuenta Florencia, mostrando su otra cara, la de simple chica, con la juventud a flor de piel. Es sabido que, así como el rugby, el hockey es un deporte en donde muchas veces el tercer tiempo es, en lo grupal, más enriquecedor que los minutos en cancha.
Cuando la nota va llegando a su fin, la jugadora flaquea en su postura de relax, y los planes, que en realidad sí existen, salen a la luz: "quiero hacer un buen papel con el club. En febrero arrancan la pretemporada y los entrenamientos para la Liga Nacional de marzo y el torneo local", avisa la loca Flory, olvidándose de la cantante de caderas famosas.
Fuente: La Gaceta
"Sólo trato de dejar que todo fluya y de disfrutar siempre", comenta la mendocina, hace siete años bautizada tucumana. Ahora, a los 20, es pieza clave de todo equipo que integra, que por cierto, no son pocos. Además de formar parte de los planteles verdinegro y naranja, Florencia también se entrena con un grupo llamado proyección. "Está compuesto por las jugadoras que fuimos al Mundial sub 21 con la Selección Argentina. Ahora nos juntaron para entrenar pensando los Juegos Olímpicos del 2012", explica la proyección de leona.
Con la bandera de la elocuencia siempre en lo más alto, la ex "leoncita" tampoco planea su futuro. "Simplemente trato de vivir el día a día y de aprovechar lo que me toca, ya sea con el hockey o en la vida misma", dice y, a la vez, siembra una duda: ¿qué significa la vida misma para un deportista en competición?. ¿Será muy diferente a la de un ciudadano típico? En este sentido, formar parte de un club es fundamental, e influye en todos los aspectos del atleta. "Con las chicas del grupo siempre me sentí bien porque además de compañeras somos amigas. Salimos los fines de semana a bailar o tomar algo", cuenta Florencia, mostrando su otra cara, la de simple chica, con la juventud a flor de piel. Es sabido que, así como el rugby, el hockey es un deporte en donde muchas veces el tercer tiempo es, en lo grupal, más enriquecedor que los minutos en cancha.
Cuando la nota va llegando a su fin, la jugadora flaquea en su postura de relax, y los planes, que en realidad sí existen, salen a la luz: "quiero hacer un buen papel con el club. En febrero arrancan la pretemporada y los entrenamientos para la Liga Nacional de marzo y el torneo local", avisa la loca Flory, olvidándose de la cantante de caderas famosas.
Fuente: La Gaceta
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