La jugadora de Santa Bárbara, Victoria Granatto, vivió un gran año deportivo que la depositó dentro del seleccionado mayor de hockey. La deportista verde integra un grupo Proyección que es el recambio de las Leonas campeonas del mundo.
Victoria Granatto concluyó un año fenomenal. Es que en menos de seis meses pasó de jugar en Santa Bárbara y conformar el seleccionado de hockey femenino de Buenos Aires a cerrar con una gira a Sudáfrica, en el mejor año de la historia de las Leonas. La jugadora verde, entró en la consideración de Carlos Retegui, en una práctica con el Junior. En el CeNARD el DT del equipo nacional vio sus condiciones y automáticamente la convocó para una gira a Italia con un seleccionado "Proyección" y luego, casi sin desarmar el bolso la llamó a su celular y la convocó para integrar la delegación del campeón del mundo que jugó en tierra de Mandela.
Si bien estudia Educación Física, este año tuvo que dejar de lado la facultad porque ya no le daban los tiempos: "A principio de año estaba entrenando en el club. Luego me sumé al seleccionado de Buenos Aires que se armó muy sobre el inicio del Argentino. No hubo preselección sino que llamaron a las dieciocho chicas. Así, además de entrenar lunes, martes y jueves sumé viernes y domingo con Buenos Aires. Enseguida me llaman para una concentración nacional los miércoles. También me convocaron para entrenar con el Junior y por eso dejé la Facultad. Ya entrenaba con el grupo Proyección y ya no tenía horarios libres".
La jugadora de Santa Bárbara que se inició en Círculo Universitario de Quilmes (el mismo club que salió Mariné Russo), ama, vive y sueña con este deporte. "Lo estaba esperando. Toda mi vida entrené para este momento. Cuando dan la lista de las convocadas para el Junior y el Mayor, no podía aceptar que no me llegue una convocatoria. Sentía que podía ser muy frustrante no estar", dijo Granatto.
A un entrenamiento en el CeNARD con el Junior, asistió Chapa Retegui y allí comienza su camino hacia el equipo nacional. "No soy buena entrenando, me cuesta concentrarme. Estaba en un trabajo de definición y Retegui me pide que defina de una manera y la clavo en un ángulo. Sentí algo distinto, como con más confianza cuando me habló el Chapa. En esos días me maté en los entrenamientos demostrándole que quería estar en el equipo", contó la delantera de la Leonas.
"Eramos treinta jugadoras del grupo Proyección para la gira de Italia. Para no pasarme de revoluciones me convencí que no no podía estar, así, en caso de no quedar en la lista, la caída no era tan fuerte. Cuando escuché mi apellido, es como que no caía, no lo estaba esperando. Me empezaron a temblar las piernas porque no lo podía creer. Ahí entendí realmente en que lo que estuve luchando siempre para llegar y ser Leona, se dio. Ahí me cayó la ficha de todo", confesó la jugadora de Santa Bárbara. "El Chapa me dijo: Estás contenta. Y le respondí: si, pero no se donde estoy, no caigo, no lo asumo todavía. Después seguimos entrenando y bueno, poco a poco entendí lo que me pasaba y esto de ser una pequeña parte las Leonas", concluyó.
Fuente: El Día
Victoria Granatto concluyó un año fenomenal. Es que en menos de seis meses pasó de jugar en Santa Bárbara y conformar el seleccionado de hockey femenino de Buenos Aires a cerrar con una gira a Sudáfrica, en el mejor año de la historia de las Leonas. La jugadora verde, entró en la consideración de Carlos Retegui, en una práctica con el Junior. En el CeNARD el DT del equipo nacional vio sus condiciones y automáticamente la convocó para una gira a Italia con un seleccionado "Proyección" y luego, casi sin desarmar el bolso la llamó a su celular y la convocó para integrar la delegación del campeón del mundo que jugó en tierra de Mandela.
Si bien estudia Educación Física, este año tuvo que dejar de lado la facultad porque ya no le daban los tiempos: "A principio de año estaba entrenando en el club. Luego me sumé al seleccionado de Buenos Aires que se armó muy sobre el inicio del Argentino. No hubo preselección sino que llamaron a las dieciocho chicas. Así, además de entrenar lunes, martes y jueves sumé viernes y domingo con Buenos Aires. Enseguida me llaman para una concentración nacional los miércoles. También me convocaron para entrenar con el Junior y por eso dejé la Facultad. Ya entrenaba con el grupo Proyección y ya no tenía horarios libres".
La jugadora de Santa Bárbara que se inició en Círculo Universitario de Quilmes (el mismo club que salió Mariné Russo), ama, vive y sueña con este deporte. "Lo estaba esperando. Toda mi vida entrené para este momento. Cuando dan la lista de las convocadas para el Junior y el Mayor, no podía aceptar que no me llegue una convocatoria. Sentía que podía ser muy frustrante no estar", dijo Granatto.
A un entrenamiento en el CeNARD con el Junior, asistió Chapa Retegui y allí comienza su camino hacia el equipo nacional. "No soy buena entrenando, me cuesta concentrarme. Estaba en un trabajo de definición y Retegui me pide que defina de una manera y la clavo en un ángulo. Sentí algo distinto, como con más confianza cuando me habló el Chapa. En esos días me maté en los entrenamientos demostrándole que quería estar en el equipo", contó la delantera de la Leonas.
"Eramos treinta jugadoras del grupo Proyección para la gira de Italia. Para no pasarme de revoluciones me convencí que no no podía estar, así, en caso de no quedar en la lista, la caída no era tan fuerte. Cuando escuché mi apellido, es como que no caía, no lo estaba esperando. Me empezaron a temblar las piernas porque no lo podía creer. Ahí entendí realmente en que lo que estuve luchando siempre para llegar y ser Leona, se dio. Ahí me cayó la ficha de todo", confesó la jugadora de Santa Bárbara. "El Chapa me dijo: Estás contenta. Y le respondí: si, pero no se donde estoy, no caigo, no lo asumo todavía. Después seguimos entrenando y bueno, poco a poco entendí lo que me pasaba y esto de ser una pequeña parte las Leonas", concluyó.
Fuente: El Día
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