¡LAS LEONAS A LA FINAL! ¡VAMOS CARAJOO!

¡Qué emoción! ¡Las Leonas ya se aseguraron una medalla y están a un paso del Oro olímpico! Las chicas vencieron a Gran Bretaña por 2-1 y van por todo el viernes frente a Holanda.

No se si podré ser objetiva en el análisis del partido porque como siempre, mi corazón de hincha tira un poco más. Así que intentaré contar lo que viví, como me pasa desde hace una vida con el hockey.

Empecemos por el hecho de que me rajé del laburo para estar frente a la pantalla acompañando al equipo. Ya me había despertado pensando en este encuentro y eso que estoy acá y ni cerca de ser Leona.

Desde el comienzo tuve los nervios de quien se sabe jugando algo importante pero siempre con la certeza y la confianza de que nuestro equipo sabría qué hacer. Me había tranquilizado ver el desempeño táctico frente a Alemania y la convicción con la que nos repusimos del traspié frente a USA.

Escuché a las chicas entonar el himno remixado propuesto por el local y se me puso la piel de gallina. Y la emoción fue mayor cuando vi que el puñado de celestes y blancos en la platea se hacían oir entre tamaña multitud.

Vi al equipo arrancar con Mutio al arco, una línea de cuatro de gran performance: D'Elía y su tranquilidad en el quite saliendo con pelota dominada por el fondo; Scarone, haciendo el trabajo sucio de estar, cortar y quitar siempre; Barrionuevo y su poderoso flick y Habif, demostrando que ya es una Leona hecha y derecha a pesar de sus escasos diecinueve años. En el medio pura magia: Aymar y Sánchez. Luchadoras incansables acompañaron a las virtuosas: Rodriguez y las hermanas Sruoga que como "Droopy" parecieron estar en todos lados. Más arriba pero lista a colaborar con la defensa, la potencia de Rebecchi, con toda su velocidad de dientes apretados.

Seis minutos fueron necesarios para que Argentina atacara por primera vez y obtuviera un corto que ilusionaría a todos. Y apareció Barrionuevo y todo su poder para liquidar a Storry con terrible arrastrada baja. ¡Cómo lo grité! Me reí de ver los pocos fotógrafos que se plantaron tras el arco inglés pensando en lo bien que se vendería la imagen de Noel en su festejo. ¿No nos tenían fe? Imaginé lo que diría Francella...

Nos poníamos 1-0 pero esto recién empezaba y Gran Bretaña seguro daría pelea. Ahí apareció el equipo. Las Leonas fueron ganando terreno, saliendo de la presión, manejando la pelota con cautela en defensa, con velocidad en el medio, buscando romper constantemente la dura línea británica.

Habría que esperar hasta el minuto 31' para que Lucha le pintara la cara a un par y le diera un pase perfecto a Rebecchi que de izquierda a derecha llevó la bocha por la línea de fondo para defenderla a morir y desde el piso convertir el segundo. ¡Qué golazo! ¡Cuánta actitud! ¡Qué pedís Walsh! Desesperadas las locales buscaron cualquier excusa para borrar la pesadilla del gol argentino. Por suerte Roach no hizo caso del reclamo y convalidó el tanto.

Con la tranquilidad de un sólo tiro en contra a cargo de Danson a quien muy bien supo contener D'Elía, Argentina se fue al descanso con dos goles arriba.

El segundo tiempo fue otra cosa. Obviamente Gran Bretaña se nos vino al humo y las Leonas fueron fieras defendiendo. Cometió un error y fue corto. Pero la mendocina Rodriguez se haría enorme poniendo el alma para rechazar la arrastrada rival.

Como siempre me dispuse a sufrir. Es que ya es parte de la mística como comentábamos con Vanina Oneto antes del partido. Y a pesar de que un gol más fue lo que pedí, ¡les aseguro que no lo pedí en nuestro arco! Otra vez se nos coló una por el medio para desviar un centro al punto de penal que pareció sorprender a Mutio cuando ni Lucha ni Scarone pudieron frenar el pase. ¿Era necesario el 2-1 con 5' por jugar? ¡Qué se cree Danson para venir a arruinar la fiesta!

Pero las chicas harían lo suyo. Impecables en su dominio de la bocha y de los nervios, supieron tener la pelota y marcar el ritmo. Rebecchi como primera defensora, quitaba y mataba el juego. De flick fuimos a jugar más lejos. La bancó Lucha, la bancó Dani Sruoga que a los pies de Storry y rodeada de rojas, ni intentó tirar para hacer pasar el tiempo. La aguantó Habif por el lateral. ¡Cuánta madurez para un equipo tan joven!

Sinceramente yo pedía la hora. Gran Bretaña estaba en su casa y seguiría peleando hasta el final. ¡Si hasta nos metieron una pelota en el área con 30" por jugar!

No pude ver los últimos 15". Yo ya estaba llorando. De alegría, de emoción, con la conciencia del gran esfuerzo que demandó a estas chicas llegar hasta allí. Emocionada por sentirme tan bien representada. Feliz de que Lucha festeje su cumpleaños en una nueva final olímpica, con su cuarta medalla al cuello. Esperando que sea dorada pero sabiendo que estas Leonas ¡YA SON de ORO!

¡Gracias chicas! ¡Vamos Argentina Carajooo!

Gabriela Faccennini / Foto: Frank Uijlenbroek