Este año el hockey de Mar del Plata puede contar, con orgullo, dos claros puntos altos: la llegada de otro equipo de la competencia nacional y la evolución de uno de los clubes en materia de obras.
En el primero de los casos, Unión del Sur decidió y pudo hilvanar una serie de circunstancias para jugar en la Liga Nacional de Clubes B, con su plantel de rama femenina.
En el segundo caso Universitario, que viene participando de la competencia masculina desde hace varios años, ha aportado a la construcción de su propia cancha de sintético en la villa deportiva, lo que genera un plus en materia dirigencial e institucional.
Sin embargo, el caso de Unión del Sur no deja de ser trascendente, ya que decidir salir del plano local para jugar en la durísima Liga Nacional es un paso de maduración fuerte. En los últimos años, club ha sido el que mejores planteles ha tenido en la región, y ahora intentará dar batalla entre los mejores equipos del país.
Pero más allá de estos casos que estamos analizando, y que mucho tienen que ver con el deporte nuestro de cada día, no es menos importante lo mucho y bien que durante años ha trabajado la Asociación Argentina, donde Las Leonas fueron el “efecto inspirador” que muchas chicas quisieron seguir en cualquier rincón del planeta.
Es tan positivo ese efecto como el hecho de que estas dos instituciones hayan tenido la capacidad para captar la demanda de la gente y hayan sabido transformarla en competencia y servicios.
Construir una cancha de sintético no es una cosa de todos los días. Requiere una inversión importante, lleva tiempo. Y sobre todo, hay que bancarse la crítica del resto cuando se observa que una importante cantidad de recursos se depositan en un solo lugar, teniendo otras cuestiones que atender, como pasa en todos lados. Pero los dirigentes apuestan fuerte a este deporte y saben que desde allí pueden crecer, dado que será la primera cancha de nivel profesional instalada en un club.
Y armar un plantel para jugar en la Liga Nacional también requiere de mucho de lo anterior. Máxime cuando se sabe que empieza la hora de los viajes, que hay que apostar a llegar a todos lados y que las jugadoras, seguro, van a tener que cambiar días de estudio o trabajo por estar entrenando o en la ruta, donde van a vivir muchas horas de sus vidas durante los próximos meses.
Pero el deporte todo lo puede. Y está bien que se lo asuma con la responsabilidad y vocación que lo han hecho Universitario y Unión del Sur. Porque, en definitiva, los clubes tienen que dar el primer paso para que luego la gente se vuelque decididamente a acompañarlos.
Esto es así y traerá beneficios a las instituciones. Más rápido que tarde, Mar del Plata puede convertirse en una ciudad con importante presencia en el contexto nacional de este deporte. Y si los clubes empujan para eso, el resto lo hará la imagen institucional local, apalancada por la maravillosa costa y los paisajes periurbanos que existen.
Hay mucho por crecer, y esa es la mejor de todas las partes de esta historia.
Fuente: Noticias y Protagonistas
En el primero de los casos, Unión del Sur decidió y pudo hilvanar una serie de circunstancias para jugar en la Liga Nacional de Clubes B, con su plantel de rama femenina.
En el segundo caso Universitario, que viene participando de la competencia masculina desde hace varios años, ha aportado a la construcción de su propia cancha de sintético en la villa deportiva, lo que genera un plus en materia dirigencial e institucional.
Sin embargo, el caso de Unión del Sur no deja de ser trascendente, ya que decidir salir del plano local para jugar en la durísima Liga Nacional es un paso de maduración fuerte. En los últimos años, club ha sido el que mejores planteles ha tenido en la región, y ahora intentará dar batalla entre los mejores equipos del país.
Pero más allá de estos casos que estamos analizando, y que mucho tienen que ver con el deporte nuestro de cada día, no es menos importante lo mucho y bien que durante años ha trabajado la Asociación Argentina, donde Las Leonas fueron el “efecto inspirador” que muchas chicas quisieron seguir en cualquier rincón del planeta.
Es tan positivo ese efecto como el hecho de que estas dos instituciones hayan tenido la capacidad para captar la demanda de la gente y hayan sabido transformarla en competencia y servicios.
Construir una cancha de sintético no es una cosa de todos los días. Requiere una inversión importante, lleva tiempo. Y sobre todo, hay que bancarse la crítica del resto cuando se observa que una importante cantidad de recursos se depositan en un solo lugar, teniendo otras cuestiones que atender, como pasa en todos lados. Pero los dirigentes apuestan fuerte a este deporte y saben que desde allí pueden crecer, dado que será la primera cancha de nivel profesional instalada en un club.
Y armar un plantel para jugar en la Liga Nacional también requiere de mucho de lo anterior. Máxime cuando se sabe que empieza la hora de los viajes, que hay que apostar a llegar a todos lados y que las jugadoras, seguro, van a tener que cambiar días de estudio o trabajo por estar entrenando o en la ruta, donde van a vivir muchas horas de sus vidas durante los próximos meses.
Pero el deporte todo lo puede. Y está bien que se lo asuma con la responsabilidad y vocación que lo han hecho Universitario y Unión del Sur. Porque, en definitiva, los clubes tienen que dar el primer paso para que luego la gente se vuelque decididamente a acompañarlos.
Esto es así y traerá beneficios a las instituciones. Más rápido que tarde, Mar del Plata puede convertirse en una ciudad con importante presencia en el contexto nacional de este deporte. Y si los clubes empujan para eso, el resto lo hará la imagen institucional local, apalancada por la maravillosa costa y los paisajes periurbanos que existen.
Hay mucho por crecer, y esa es la mejor de todas las partes de esta historia.
Fuente: Noticias y Protagonistas
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