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jueves, 6 de enero de 2011

Luciana Aymar como nunca antes la viste

En una playa tranquila de La Barra, Luciana Aymar se acomoda el bikini, se arregla el pelo y se sienta en la arena con las piernas apenas flexionadas. Sin pudores, posa muy canchera, casi como si fuera una modelo profesional. “Me divierte mucho explorar esta nueva faceta de celebridad y poder salir del lugar de la deportista”, cuenta. Siete veces consagrada como la mejor jugadora de hockey del mundo, a sus 33 años, Lucha pasó sólo dos días por Punta del Este para participar de varios eventos y volver a Rosario justo para festejar la llegada de 2011 junto a su familia. “Ellos me apoyaron muchísimo durante todo el año que pasó, por eso quiero compartir con mis seres queridos esa noche tan especial”, dice.

Aunque todavía no piensa en retirarse del hockey, los planes de Aymar para 2011 están llenos de trabajos que la alejan cada vez más de las canchas. Está armando un programa de entrevistas a deportistas argentinos –aún sin canal confirmado– y una fundación, que llevará su nombre, destinada a desarrollar el hockey social junto al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Además, quiere seguir con su carrera como modelo y forma parte del staff de Pancho Dotto. Su última campaña la realizó para la nueva colección Black Pack de Nike. “Hoy me siento mucho más linda. Todos los trabajos que hice como modelo me dieron más confianza como mujer. Me pasé veinte años obsesionada con el deporte y ahora me doy cuenta de que tengo otras posibilidades además de jugar al hockey”, confiesa.

–¿Cómo fue tu experiencia en el mundo de la televisión, como conductora del programa 360 en Fox Sports?

–Me sirvió para darme cuenta de que me encanta la conducción, algo que nunca había pensado. De un día para el otro, me pusieron un programa y tuve que empezar a aprender de cero y a ganar confianza. Fue un lindo desafío que enriqueció mucho mi vida. Hasta hice un curso de comunicación y locución, con el que aprendí a expresarme mejor, a respirar y a manejar las manos. Además, me divierte mucho desfilar.

–Te definís como una jugadora de hockey muy perfeccionista. ¿En esta nueva profesión también sos tan autoexigente?

–Soy bastante obsesiva; cuando encaro algo, me gusta que las cosas salgan demasiado bien. Pero esto lo quiero hacer más como un hobby, lo mío siempre va a ser el deporte. Es algo que trabajo mucho en terapia para poder relajarme y encararlo como un espacio en donde pueda distender las tensiones.

–¿Te gustaría hacer algo más ligado a la ficción o participar de un show como “Bailando por un sueño”?

–Por ahora, no. Me llamaron para estar con Marcelo varias veces, pero hoy lo mío es el deporte. Es un ambiente totalmente distinto, la gente me ve como deportista y como la número uno. La verdad es que no quiero cambiar esa imagen.

–Estás en pareja con el actor Michel Gurfi, ¿te ayuda a evaluar los proyectos?

–Sí, muchísimo, porque él conoce mucho más que yo de televisión y producción. Somos dos personas muy sinceras y francas que hablamos permanentemente de cómo está cada uno y de la relación que tenemos.

–¿Tienen ganas de convivir?

–Por ahora, no. Vivimos a tres cuadras, así que es casi una convivencia no declarada. Estamos muy bien, salimos hace sólo cuatro meses y creo que en las relaciones uno se va conociendo mejor a partir de los seis meses. Si seguimos juntos dos meses más, entonces ya está.

–¿Te gustaría tener hijos?

–Me encantaría, tengo dos sobrinos maravillosos y me gustan mucho los chicos. Pero por ahora mi prioridad son los Juegos Olímpicos de 2012 y no puedo. Ahora quiero conseguir la medalla de oro, todavía no pudimos lograrla y creo que nos la merecemos.

–Y cuando terminen los Juegos van a faltar sólo dos años más para el nuevo Mundial, ¿es difícil pensar en retirarse?

–Es complicado, a los 35 ya tendría que parar la moto. Debería quedar embarazada después de los Juegos Olímpicos, aunque por suerte se extendió mucho el tiempo para la maternidad y hoy, a los 40, se puede tener hijos. Además, Michel ya me advirtió que sólo me banca un campeonato más.

–¿Cómo es ser la mejor jugadora del mundo?

–Me enorgullece muchisímo, todavía no puedo creer lo que soy como deportista. Me acuerdo, hace quince años, cuando soñaba ser la Maradona del hockey y tomaba el colectivo para ir a entrenar, la gente me veía con el palo y me preguntaba qué deporte hacía. Me costó mucho entender que era la mejor del mundo, pero hoy lo siento adentro de la cancha. Desde que empecé me propuse que nunca iba a ponerme un techo y hasta hoy sé que hay cosas que puedo mejorar. Todavía no me siento conforme.

Fuente y fotos: Revista Hola

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