Argentina obtuvo esta mañana su segundo triunfo en la Sultan Azlan Shah Cup. Esta vez venció a Gran Bretaña por 3-2 en un partido jugado con inteligencia y concentración. Con dos goles de Matías Paredes y uno de Lucas Cammareri, los dirigidos por Lombi se aprestan a descansar ahora hasta el miércoles, día en que enfrentarán a India.
Gran Bretaña tuvo la posesión de la bocha durante casi dos tercios de la primera mitad del encuentro. Los de rojo, tuvieron también más llegadas y el único corto de esta etapa. Sin embargo Argentina aprovechó bien su oportunidad más clara. Tras un desborde por derecha de Brunet, Paredes castigó casi de volea de frente al arco y puso el 1-0 parcial. Los albicelestes tuvieron otra clara oportunidad tras gran jugada de Rodrigo Vila pero Montelli no pudo aprovecharla.
Con un buen trabajo de la defensa y del arquero Bermejillo pareció arriesgado pararse tan atrás durante el primer tiempo. Sin embargo, la táctica funcionó y Argentina logró irse al descanso arriba en el marcador.
Ya en la segunda parte hubo un temprano gol de corto para Gran Bretaña convertido por Jackson. Bermejillo llegó con el palo pero no logró desviarla lo suficiente como para poder enviarla al largo.
Pero Paredes no permitió que los ingleses festejaran demasiado y conectó un desvío casi imposible de espaldas al arco que desorientó al arquero que aún debe preguntarse cómo pudo haber entrado esa bocha. Luego Lucas Cammareri tras buen desborde y centro atrás de Mazzilli, pondría las cosas 3-1 arriba para los nuestros.
Otra vez Jackson, acercaría a su equipo en el marcador para que debiéramos sufrir hasta el final. Gran Bretña recibió una tarjeta amarilla que lo dejó con diez hasta el final y hubiera sido una gran oportunidad si una desconcentración de Lucas Vila no hubiera derivado en su expulsión por 2' tras continuar una jugada tras el silbato. Así el partido terminó en un 3-2 que sierve y mucho, al equipo nacional que sigue buescando ganar confianza y afianzarse para Londres.
En resumen, buena levantada en el torneo de los chicos argentinos. Tácticos en el primer tiempo, sueltos en el segundo, sin perder la concentración durante el partido aprovechando mejor las oportunidades de ataque
¡Vamos los pibes!
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