Algunos piensan que los Leones no ganaron nada. Que clasificarse a las semifinales si bien es histórico, no es subirse a un podio. Retegui fue el primero que habló de poner los pies en la tierra y no creerse más de lo real.
Y sin embargo para mi ganaron todo.
Este equipo formado de los viejos y los nuevos jugadores, de los que acompañaron un proyecto anterior y los que recién llegaron, goleó hoy a Sudáfrica e hizo historia, clasificando por primera vez a la semifinal de un Mundial. Es este mismo equipo el que se ganó partido tras partido la confianza de los que los miraban de reojo, los desilusionados de promesas anteriores incumplidas. Se ganó la oportunidad de crecer, de pisar fuerte, de ser vistos, queridos, amados pero por sobre todo, respetados. Ese respeto que viene de los que saben y los que no. El respeto del par que hoy eligiría no enfrentarlos.
Ganaron una posibilidad única de ser elegidos por los pibitos en lugar de una ovalada o la redonda. Se ganaron la emoción de los que los vemos crecer, entrenando a morir y poniendo hasta el último aliento en cada bocha.
No se subieron a un podio aún, es verdad.
No levantaron una copa ni se colgaron medallas al cuello. Eso tambien es verdad.
Pero se ganaron un lugar en la historia de nuestro deporte y la oportunidad de crecer y creer que el hockey masculino nacional puede ser también glorioso.
El viernes a las 13 hrs de Argentina irán por tres puntos. Saldrán a ganarle a Australia. Pero el resultado será anécdota porque estos Leones ganaron todo.
¡Vamos Argentina!
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