Antes de partir a los Juegos Olímpicos, la leona habló en exclusiva con ¡Hola! y protagonizó una espectacular producción de fotos
Se levanta a las siete de la mañana todos los días para encarar ocho horas de intenso entrenamiento en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard). Pero no se le nota: luce como una diosa escultural. Cuando llegó a la Colección Fortabat, donde se hizo la producción de fotos, la capitana de las Leonas pidió con urgencia un café negro. "Casi me duermo en el auto, vengo directo del entrenamiento", confesó Lucha mientras entrecerraba sus ojos. Es que desde hace meses, junto con el resto del seleccionado argentino de hockey sobre césped, se prepara para los Juegos Olímpicos que se disputarán a partir del 27 de julio en Londres. No será un torneo más para Luciana, quien sentó precedente al obtener siete veces el título de mejor jugadora del mundo: serán sus últimos partidos con la camiseta argentina. "El hockey es mi vida y es el lugar donde transmito todas mis emociones. Es muy difícil dejarlo de un día para el otro, abandonar algo que amás con todo tu corazón. Mi retiro va a ser muy difícil pero también es un desafío personal", aseguró.
–Falta muy poco para tu despedida. ¿Cómo te sentís?
–Es un poco raro porque creo que en dos meses se viene uno de los eventos más importantes de mi vida y, a la vez, siento que todo termina. Después de los Juegos Olímpicos voy a descansar y aprovechar para hacer un montón de otras cosas que antes no podía, principalmente viajar. De todas formas, si me vuelve la corazonada de querer estar dentro de una cancha, y la cabeza y el físico me aguantan, lo voy a hacer.
–Muchos deportistas trabajan con psicólogos cuando deciden retirarse...
–Cuando siento la necesidad de transmitir lo que me está pasando, voy a una terapeuta que me conoce desde hace años. Son muchas las presiones que tenemos como deportistas. Pero también está la exigencia propia. Está bueno porque soy perseverante, pero también es cansador y frustrante porque si no consigo lo que me propongo me anulo. Por eso busco el balance.
–¿Pensás volver a instalarte en Rosario, donde naciste?
–No creo, pero voy muy seguido, porque justamente es ahí donde siento el equilibrio. Es el lugar donde me encuentro con mi barrio, mi familia y amigos. No me olvido de los orígenes.
–¿Cómo fue tu adolescencia?
–Atípica. Cuando tenía 16, empecé a viajar a Buenos Aires para entrenar para el seleccionado junior y mayor a la vez. Disfruté muchas cosas de la adolescencia, pero no fue nada común y corriente. Igual, todos los esfuerzos valieron la pena.
–¿Cómo manejás la responsabilidad como capitana de las Leonas?
–Ser quien soy transmite un montón de cosas. Uno se acostumbra a la vida de selección y a su rol. Estoy muy atenta a mi entorno, cuido las formas, me preocupo por mis compañeras. Pero ellas también me ayudan mucho e intentan liberarme un poco porque soy humana, igual que todos.
–¿Ser abanderada de Argentina coronaría tu despedida?
–¡Totalmente! Creo que cualquier deportista argentino sueña con llevar la bandera. Comparto muchas horas en el Cenard con otros deportistas y el esfuerzo que hacen todos para defender los colores argentinos es muy grande. Ya es un honor estar con la remera de la selección y con este equipo que me da muchísima satisfacción y alegría.
–Como número uno, lograste abrir una puerta muy grande para las mujeres…
–Siento que permití que la mujer deportista se viera de otra manera. Empecé a abrir otras puertas y rompí con ese estereotipo. Puedo vivir del deporte pero también se puede ser bella, carismática y atractiva.
–¿Sigue vigente tu faceta de conductora y actriz?
–Tuve la suerte de conducir un programa que se llamaba Fox Sports 360 en 2009. Me gustó, fue como investigar otro aspecto de mi vida. La tele es un medio más descontracturado y fue una experiencia que me ayudó mucho a soltarme, como parte de una terapia. Y el tema del modelaje creo que va de la mano con mi carrera. ¿Por qué una deportista no puede ser modelo y una modelo puede ser actriz?
–Desde hace dos años estás de novia con el actor Michel Gurfi. ¿Es difícil combinar el amor y el deporte de elite?
–No, pero la realidad es que a veces se complica, porque para ser deportista de alto rendimiento tenés que demostrar mucho carácter. Todo lo que hacés es muy duro, entrenamos muchas horas y pasamos por sensaciones límite que no cualquiera puede vivirlas. Así transmitís a la pareja todas las presiones y exigencias que traés del deporte. Hoy tengo una persona al lado muy comprensiva, que trata de ponerse en mi lugar siempre.
–El también tiene una profesión que puede incomodar. ¿Cómo lo encarás?
–No es tan fácil estar con un actor. Pero yo lo conocí siendo lo que es y me encantó desde ese primer momento, por eso lo respeto mucho. Si está feliz, lo voy a acompañar siempre, y siento que él hace lo mismo conmigo.
–¿Cuáles son sus proyectos más importantes como pareja?
–Todavía no estamos presionándonos con ningún proyecto. Estamos viviendo el día a día. Por ejemplo, no convivimos, porque respetamos mucho el tiempo del otro y los ánimos. Lo único que tenemos decidido es quedarnos en Londres después del torneo y recorrer parte de Europa.
–Sos cero "Susanita".
–Cuando era chica lo era. Pensaba que a esta altura de mi vida iba a tener como cuatro hijos. [Ríe.] Me encantaría casarme y ser mamá. Tengo 34 años y la mayoría de mis amigas ya tienen hijos, pero sé que mi prioridad en la vida pasó por otro lado. Hoy, estoy enfocada en la selección y en los Juegos Olímpicos. Si viene el día de mañana, voy a ser feliz, pero no lo busco.
Mirá el resto de las fotos en http://www.facebook.com/media/set/?set=a.457259770952904.107481.100000066543158&type=3
Fuente: ¡Hola! / Foto: MARIA TERESA DEJESUS ALVAREZ GARZON
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