¿Qué hacés cuando tirás al arco y no quiere entrar? ¿Qué hacés cuando la suerte está del lado del rival? ¿Cómo hacemos para que el palo no nos ahogue el grito de gol? ¿Cómo evitar que tres errores se conviertan en tres goles? Todas estas deben ser las preguntas que hoy se hace el plantel de las Leonas que ayer perdió con China inesperadamente por 1-3.
Argentina comenzó una vez más buscando juego colectivo. China propuso lo de siempre: esperar a que el equipo contrario salga a buscar la bocha. Y las Leonas pisaron el palito. Fueron de jab a quitar un poco a destiempo, soltó marcas en el fondo y China comenzó a encontrar pequeños espacios. Sin embargo la "impaciencia" de Granatto también sirvió para que viviéramos la primera emoción de la tarde. Robó una pelota y con toda la potencia del mundo la estrelló en el travesaño. 1-0 para la suerte oriental.
Inocentemente y cuando no preguntábamos como las dirigidas por Minadeo aún no habían logrado vencer la valla rival, Flor Habif se llevó puesto el palo de la delantera china y otorgó el primer corto del partido. Iban 22' y Wang tiró una bala de esas a las que solamente le podés hacer vista. Succi voló pero ni así logró frenar el impacto de la bocha en la red. China se ponía adelante en el marcador sin haber hecho mucho.
Tras el entretiempo Las Leonas salieron a dar vuelta las cosas. Y a los 32' la arrastrada de Barrionuevo encontraría el desvío en un palo chino para equilibrar el marcador y darnos la sensación de que ahora sería todo de Argentina.
Pero no. Lejos estuvo de ser así. Con el equipo adelantado y en tan sólo tres minutos, China nos puso las cosas demasiado cuesta arriba. Dos errores defensivos, dos escapadas y a cobrar. Asia 3, América 1.
Y acá es donde la suerte volvió a sonreírle a las de rojo. Argentina fue con todo. Campoy hizo que todos nos levantáramos a aplaudirla, Rebecchi nos hizo gritar tanto que el DJ se confundió y tiró la música del gol nacional aunque la bocha había ido afuera, Otra vez Carla nos hizo agarrarnos la cabeza cuando su arrastrada se estrelló en el poste. Y así seguimos hasta que sonó la chicharra. Hasta el cielo se lamentó y enfurecido mandó una lluvia que nos shockeó tanto como el resultado del partido.
"Empezamos el partido pudiendo ser primeros de la zona y quedamos últimos. Ahora hay que trabajar" diría Minadeo en conferencia de prensa. Y es verdad. Habrá que trabajar sobre todo el ánimo de un equipo al que se les escaparon dos partidos en que merecían más. Habrá que trabajar en la zona defensiva. Y habrá que pedirle a la suerte que juegue un poco de nuestro lado.
Se viene Holanda a todo o nada. Partido épico sin dudarlo. Necesitamos un estadio repleto y toda la hinchada a pleno. Podemos vencerlas. Estamos con ustedes Leonas. ¡Vamos Argentina!
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